Desde que empezó la pandemia, la formación online se ha incrementado en todas las áreas educativas, incluso como complemento a la formación presencial. Los formularios de Google, configurados como cuestionarios, ofrecen varias opciones interesantes.
En mis clases de Informática, suelo usarlos para hacer preguntas periódicamente, de forma que pueda valorar cómo el alumnado está adquiriendo los contenidos. Para evitar que puedan buscar las respuestas en Internet, les pido que pongan el navegador a pantalla completa (tecla F11) y me coloco al final de la clase, así veo todas las pantallas de un vistazo.
La ventaja que más me ha llamado la atención es la posibilidad de corregir a la vez la misma pregunta a todos los alumnos. De esta forma, es más fácil corregir siguiendo el mismo patrón y sin saber de qué alumno es la respuesta.
Por otro lado, se puede dar la opción al alumnado para que revise las respuestas e incluso importar las calificaciones a la tarea de Classroom correspondiente. Y todo esto sin tener que andar guardando cajas y cajas de exámenes en el departamento.
Como curiosidad, indicar que si se le pone retroalimentación a las preguntas, el alumno podría averiguar cuál es la respuesta correcta según las pistas que le demos.
En general, me parece una herramienta fácil y simple de utilizar. Para opciones más complejas, mejor usar las actividades de Moodle.